Es un honor para el Comité de Acción para el pueblo de Haití (Haiti Action Committee) difundir esta declaración de Fanmi Lavalas, el partido del pueblo en Haití. Fanmi Lavalas emitió esta declaración en solidaridad con el masivo levantamiento popular de protesta en contra del régimen corrupto del actual presidente de Haití, Jovenel Moise. La declaración se produce tras la violenta represión estatal, incluida la masacre horrible de más de 60 personas en Lasalin, un centro de activismo de base popular.

Este 16 de diciembre fue el 28 aniversario de la elección de Jean-Bertrand Aristide como el primer presidente de Haití elegido democráticamente. La fecha fue marcada en Haití con movilizaciones continuas por la democracia y llamados por un fin de los ataques brutales contra la población.

Declaración de Fanmi Lavalas
15 de noviembre de 2018
Crisis y resolución
[Una traducción no oficial por el Comité de Acción para Haití]

Hay una grave crisis en la sociedad haitiana contemporánea, en la cual las mayorías de nuestro pueblo se oponen a una oligarquía decidida a perpetuar un sistema de exclusión.

Ha habido muchas dificultades desde aquel febrero de 1986, cuando nuestro pueblo derrocó al régimen de Duvalier. Se han producido varios golpes de estado, los más perjudiciales a la población tuvieron lugar en 1991 y 2004. A pesar de los continuos golpes de la maquinaria represiva e ideológica, los sectores más conscientes y militantes de la población se han mantenido firmes; su resistencia ha sido constante a pesar de los períodos de adversidad.

En la actualidad, estamos presenciando un despertamiento general de la conciencia nacional. Además de que la población se está levantando insistiendo en mejores condiciones de vida, con demandas provenientes de muchos sectores diferentes, incluyendo a los trabajadores/as, campesinos/as, educadores/as y estudiantes, el escándalo relacionado con la malversación de los fondos de Petro-Caribe ha provocado un gran aumento en la movilización contra la corrupción y la impunidad. Como ocurre frecuentemente a lo largo de la historia, el escándalo de Petro-Caribe ha sensibilizado a la mayoría sobre el injusto sistema político y económico, revelando la relación de causa y efecto entre este sistema y el sufrimiento del pueblo haitiano. Las grandes masas de la población han llegado a comprender con mayor claridad e intensidad la necesidad urgente de tomar su destino en sus propias manos.

Como suele ocurrir en periodos de lucha dinámica como la actual, la oligarquía está fracturada. Al tratar de mantener el status quo, se enfrenta con contradicciones internas sobre la estrategia que le permitiría salvar “el sistema”, una “democracia” institucional falsa establecida en el marco de un régimen económico y social basado en inequidades evidentes, un dominio político que excluye a las masas populares y facilita el saqueo de los recursos nacionales.

La Organización Política Fanmi Lavalas siempre está en sintonía con los sectores diversos de la población, y nuestra conclusión es obvia: es hora de que la clase política tenga el valor de iniciar un cambio profundo en el paradigma y las estructuras de gobierno que caracterizan el sistema actual. Ésta es una necesidad que tiene un consenso amplio, como lo demuestra la magnitud de la movilizaciones contra el gobierno, cada vez mayor, que estamos presenciando hoy. Es imperativo que respetemos las aspiraciones del pueblo por el progreso y por una sociedad justa. Es de suma importancia que nos solidaricemos con las protestas populares que exigen una nueva forma de Estado. La nación merece un nuevo sistema que esté más en armonía con los sueños de nuestros fundadores y fundadoras, una visión nueva de la República enraizada en la Justicia, la Transparencia y la Participación.

El pueblo está rechazando a los usurpadores que han derivado su poder de las elecciones fraudulentas y que se han desacreditado con múltiples escándalos incluyendo corrupción e impunidad. Nuestra gente se enfrenta a una represión salvaje que continúa creando víctimas entre las masas desfavorecidas, y eso está aumentando la inseguridad que está envenenando la vida cotidiana de la mayoría. La Organización Política Fanmi Lavalas continúa apoyando firmemente al pueblo haitiano para “Chavire Chodyè a (volcar el caldero)”. Ninguna solución cosmética traerá una solución efectiva y duradera a la crisis en la que estamos inmersos. Este sistema ha seguido su curso. No puede ser reparado. Debe ser cambiado.

“Chavire chodyè a (Vuelco de la caldera)” significa que consideramos a este momento como excepcional. El deterioro de la situación política, la degradación de la economía y las finanzas públicas, el fracaso del Estado y sus instituciones, la falta de legitimidad y la falta de credibilidad en todos los niveles del aparato estatal, hacen ilusorio, si no imposible, el fin de la crisis por los llamados medios constitucionales. Las condiciones para un nuevo comienzo que volverá a encaminar al país, de acuerdo con las demandas de la abrumadora mayoría, requieren un enfoque excepcional. Para Fanmi Lavalas esto incluye:

1) Obtener la renuncia de Jovenel Moise a través de una movilización general.
2) La renuncia de Jean Henry Ceant y todos sus ministros
3) Evaluar la disfunción y lapsos en el Parlamento.
4) Establecer un ejecutivo y un gobierno de seguridad pública para asegurar una transición por un período de 36 meses.

Este gobierno de transición consistirá de personalidades creíbles, comprometidas en la lucha contra la exclusión y la corrupción, que comparten una visión de un nuevo método de gobierno. Entre las prioridades a incluir:

a) Mejorar las condiciones de vida de la población mediante la gestión sólida y eficiente de las prioridades actuales en espera de la instalación de un gobierno electo.
b) Crear una Asamblea Constituyente para una nueva carta magna fundamental que definirá las características de la Nueva República.
c) Organizar un necesario diálogo nacional.
d) Crear las condiciones que terminarán con la impunidad y permitirán un juicio de aquellos que se han fugado con los fondos de Petro-Caribe.
e) Tomar todas las medidas para revisar la Ley Electoral y designar un nuevo Consejo Electoral encargado de organizar elecciones para cerrar el período de transición.

La transición apunta a implementar reformas fundamentales que permitirían a un proceso democrático y posibilitarían elecciones libres, honestas y creíbles. La transición debe restaurar la confianza entre el pueblo y el Estado. En este sentido, las demandas de las masas populares deben tomarse en cuenta en todos los temas. Fiel a su compromiso con la justicia social y la participación, Fanmi Lavalas tocará su papel junto al pueblo para continuar promoviendo el diálogo que es indispensable entre los hijos e hijas de la misma tierra.

Comité Ejecutivo de Fanmi Lavalas
Dr. Maryse Narcisse
M. Joël Vorbe
Dr. Jean Myrto Julien
Agr. Anthony Dessources